Esta banda canadiense, nace en el año 1997, en Regina, Saskatchewan. Y nos sorprende con esta nueva producción, que tiene fecha de lanzamiento para el 3 de agosto. Después de transcurridos 10 años desde su último trabajo, “The Incurable Tragedy” (2008). Y con cambios, importantes en su alineación, que ha sido una constante durante su trayectoria.
Para todos los que no han oído anteriormente de esta banda, como también para los que son seguidores del pasado y presente de ella, a modo de historia, podemos señalar que Into Eternity, cuenta con 5 trabajos previos; su disco debut, el homónimo lanzado en (1999), “Dead or Dreaming” (2001), “Buried in Oblivion” (2004), “The Scattering Of Ashes” (2006) y el anteriormente mencionado “The Incurable Tragedy” (2008). Tras el cual la banda entra en un periodo de cambios en la alineación, y una especie de receso solo destacando la salida de dos singles en el intertanto, “Sandstorm” el año (2011). Y “Fukushima” (2012). Este tema es en memoria del terremoto y tsunami ocurrido en 2011 en el noreste de Japón, y en específico el accidente nuclear que ocurrió en la “Central de Fukushima”. Catástrofe que dejo una gran cantidad de muertos y familias desplazadas. 
 Hecho este paréntesis, en el año 2012 entra a la banda la vocalista Amanda Kiernan. (que viene de la banda “The Order of Chaos” para quien desee oírla ahí también). Siendo este el primer disco con vocalista femenina. En el pasado se han hecho cargo de las voces, Daniel Nargang, Chris Krall, Dean Sternburger, y el más permanente Stu Block, que desde 2012 paso a ser parte de Iced Earth. También colabora con los coros su guitarrista y miembro fundador Tim Roth.
En cuanto al estilo de la banda, principalmente transita entre el Death Metal Progresivo y Melódico. Alternando voces limpias con voces guturales. Y en sus composiciones tienen influencias variadas, como Heavy, Extreme Metal, y algunos riffs Thrash. Elementos técnicos también. Por lo que se hace muy interesante de oír a una banda que como decía al comienzo de esta reseña, cuenta con una trayectoria de respaldo, previa a “The Sirens”.
Entrando de lleno en el disco, su primer adelanto es “Fringes of Psychosis”. Que como dato cuenta con el guitarrista Glen Drover (hermano de Shawn y con pasos anteriores en Megadeth y Testament) como invitado para unos solos. Un tema que en palabras de la propia banda “trata acerca del límite de la cordura, a través de la confusión sin fin de la vida” y que trata de rescatar elementos antiguos de la banda.
 El primer tema corresponde al que da nombre al disco “The Sirens” tema que tiene una suave y atractiva intro de piano, creando un ambiente de misterio respecto lo que se vendrá, hacia el llamado y canto de las sirenas. Lo que da paso a las guitarras progresivas de Tim Roth, y hacia el sonido más pesado, y potente. Esto acompañado de buena melodía. Y sonido envolvente de la batería de Bryan Newbury.
Lo que viene es “Fringes Of Psychosis”. Agregar a lo antes dicho, en este tema se destaca la potencia y energía de la voz de Amanda. Con excelentes sonidos de guitarra. Un tema correctamente elegido como adelanto. Ya que representa muy bien esa mezcla de sonidos que trata de introducir la banda teniendo como base el Death Progresivo.
“Sandstorm”, no es un tema nuevo, pero se incluye ahora ya dentro de un disco larga duración. Es como la continuación del tema anterior, sin cambios marcados, algo directo, y que tal como su nombre indica es como una tormenta entre medio del caos, una tormenta infernal.
Con “This Frozen Hell”, ya de entrada con la batería y posterior melodía de guitarras, se ve venir algo potente y distinto (gran trabajo de Tim Roth y Matt Cuthbertson), y al oír las veces y llegar al primer quiebre del tema. Confirma lo que prometía, la voz brutal que dice como, ehh, despierta. Y posteriormente combina con voz limpia. Y batería potente. Tema a destacar del disco sin duda. Se agradece un tema lleno de versatilidad.
“Nowhere Near” Nos conduce a la calma, a dar una pausa a modo de intermedio del disco, que sin ser algo desbordante lleva a transportarnos a la agonía, pudo ser mejor logrado a mi parecer. pero ya en su parte final, sube el tono nuevamente al menos con una melodía que nos vuelve a poner en mente el sonido melódico que la banda impone.
“Devoured by Sarcopenia” Regresa a lo de los primeros temas, me deja una sensación algo extraña este tema porque es como de sube y baja, como que hay dos tipos de composición dentro de una. Por momentos se oye algo bien potente, con riff y baterías a gran nivel y entre medio, melodías y voces como que no conectan bien las partes. 
“Fukushima” ya adelantamos que este también fue un single sacado con anterioridad, y también acerca del significado del tema. Resta decir que aquí luce como un elemento innovador la voz limpia. Y su sonido bien progresivo.
Finalmente “The Scattering of Ashes 2”. Marca un cierre de forma suave al disco, sin una gran producción, más que nada como su propio coro dice “Esta es la oscuridad final, la dispersión de sus cenizas”. Siento que se decide dar salida de una forma sombría, con una buena interpretación vocal, pero que no se logra la emocionalidad que otras melodías de cierre si entregan.
 Lo que rescato, como ya lo he resaltado en distintos momentos, es la propuesta de querer jugársela con guiños y elementos a distintas ramas del metal. Y que ciertas partes del disco suenan, tanto vocal como instrumentalmente. Demoledoras, en otros pasajes, falta algo de congruencia. Pero en sí, es un buen regreso al ruedo después de 10 años.